Ayer por la tarde, los dedicados educadores del Centro Social Itaka-Escolapios de Serra - ES vivieron un momento especial de formación y convivencia. En un ambiente lleno de afecto y reconocimiento, cada uno recibió simbólicamente una medalla de oro, un gesto que celebra no sólo su excelencia, sino también el compromiso y el amor que ponen en su misión diaria.
Además del honor, hubo un momento de profunda reflexión sobre cómo podemos ser mejores cada día. Fue una invitación al crecimiento continuo, a la búsqueda incesante de ser educadores más compasivos y presentes, siempre con el corazón abierto para acoger y transformar la vida de quienes nos rodean.