La presencia escolapia en Anzaldo comenzó en 1992, con la toma de posesión de la parroquia del Apóstol Santiago. La población pronto pidió a los sacerdotes que asumieran la dirección general de la escuela existente, como parte del acuerdo Iglesia-Estado. La escuela se convirtió en el Colégio São José de Calasanz, que impartía enseñanza primaria y secundaria. Muchos de los alumnos vivían lejos y, ante esta situación, los escolapios crearon el Internado de Málaga para acoger a estos alumnos de domingo a viernes, ofreciendo apoyo educativo y atención integral. Hoy atiende a dos parroquias rurales, formadas por más de 100 pequeñas comunidades diseminadas por las sierras de la región. Ahora la misión se completa con el Movimiento Calasanz. Actualmente, y prácticamente desde su creación, la comunidad escolapia está formada por religiosos y laicos de la fraternidad escolapia.
Presencia Escolapia de Anzaldo
En 1992, el P. Francisco Gutiérrez llega a este pueblito del Valle Alto del Departamento de Cochabamba, en la frontera con el Departamento de Potosí. Encuentra una población pequeña, de población quechua y fundamentalmente campesina, con un templo parroquial grande, dedicado a Santiago, en un estado de mucho abandono. Con el encargo de la parroquia, comienza a conocer esta realidad y a esta gente. En unos meses llegan sus compañeros de esta aventura fundacional, el P. Carlos Moreno y el P. Adelio Pagnini. Posteriormente, se incorporará también a la comunidad Indalecio D. Zaragoza, laico que formará parte por un buen tiempo de esta primera presencia escolapia boliviana.
Una vez instalados en Anzaldo, la población y las autoridades conocen que la orden religiosa de los padres se dedica, fundamentalmente, a la educación, por lo que acuden a ellos para pedirles que hagan algo por la escuela del pueblo. Se trataba de una escuela pequeña, con pocos estudiantes y solo con el primer nivel de enseñanza. En un viaje a La Paz, los padres y las autoridades municipales se entrevistan con el Ministro de Educación para solicitar que los padres puedan asumir la dirección escolar, a fin de impulsar la educación en el municipio de Anzaldo. Al regreso, comienza una nueva etapa escolapia. Junto a la parroquia Apóstol Santiago, la comunidad escolapia asume la escuela con el objetivo de hacerla crecer y mejorar en todos los aspectos.
Conforme van conociendo la realidad del municipio, perciben que muchos niños y niñas, especialmente adolescentes, no continúan sus estudios después del nivel primario por falta de colegios cerca de sus comunidades. Es necesario ofrecer posibilidades educativas a tantos adolescentes de las comunidades alejadas del municipio. Con la ayuda de las Madres de Jesús María, usando una sencilla infraestructura construida por ellas, se inicia un pequeño internado para acoger a estos adolescentes, nace así el Internado Málaga.
En tan solo dos años, estaba prácticamente definida la misión escolapia en Anzaldo. En adelante, se vivirá un proceso de mejoras, ampliación y nuevas construcciones para alojar estas tres obras fundamentales. La Parroquia se hace presente en todos los rincones del municipio, asumiendo también la parroquia de Sacabamba, municipio vecino, desarrollando una gran labor pastoral y litúrgica. El colegio, completando las etapas de la enseñanza obligatoria, se traslada a un terreno amplio donde crecerá progresivamente, cambiando su nombre por el actual, a petición de los padres y madres de familia: Unidad Educativa San José de Calasanz. Y frente al colegio, el nuevo internado Málaga, con capacidad para más de cien estudiantes, superando los doscientos en algún año. Más recientemente, hay que sumar también el trabajo realizado a través del Movimiento Calasanz.
La presencia escolapia de Anzaldo está coordinada por una comunidad escolapia que, desde sus orígenes, se ha caracterizado por estar formada por religiosos y laicos/as de diversas Fraternidades Escolapias. Anzaldo siempre fue un lugar de acogida para voluntarios de nuestros procesos pastorales, tanto de Bolivia como de otros países, dejando siempre en sus vidas una marca imborrable.
En este momento, nuestra misión se centra en las parroquias Apóstol Santiago de Anzaldo y de Sacabamba, con más de 120 comunidades rurales dispersas; la Unidad Educativa San José de Calasanz, con 600 estudiantes de inicial, primaria y secundaria, el internado Málaga con 130 estudiantes y el Movimiento Calasanz. Desde esta comunidad se acompaña también la presencia escolapia en Santivañez, municipio próximo a Cochabamba, donde tenemos la dirección general de tres unidades educativas: Prudencio Araujo de inicial y primaria, Luis Guzmán Araujo de secundaria y el centro de educación alternativa (CEA) Cristo Rey de educación de adultos y técnica.
Unidad Educativa Escolapia San José de Calasanz
