El 24 de enero de 2025, la Casa del Prenoviciado se llenó de vida y esperanza con la llegada de los prenovicios que iniciaban esta etapa tan especial de su camino vocacional. Cinco de los seis jóvenes previstos para el año ya estaban presentes: Arnaldo, Gabriel, Brayan, Felipe y Lucas. Con el corazón abierto y llenos de entusiasmo, se preparaban para sumergirse en una experiencia de fe, convivencia y formación.
Poco antes había llegado también el P. Francisco, Sch.P., que se unió a la comunidad como guía espiritual y presencia inspiradora en este espacio de crecimiento y convivencia.
El grupo esperaba también la llegada de Fabio, que se uniría a la comunidad más adelante, completando el equipo de jóvenes comprometidos con el discernimiento y la vivencia de la llamada de Dios.
Fue un momento marcado por la acogida y la fraternidad, signo de que Dios sigue llamando y guiando a quienes desean entregar su vida al servicio del Reino. El prenoviciado 2025 comenzó con la promesa de ser un tiempo de aprendizaje, de desafíos y, sobre todo, de gracia divina.